Estuvimos en el museo Nemo, que está especialmente pensado para niños. Todo se puede tocar.
A Nicolás lo que más le gustó fue el juego del agua de la lluvia.
Comimos patatas fritas riquísimas.
Fuimos al museo Hermitage donde estaban las obras impresionistas y además las de Van Gogh, porque el museo Van Gogh estaba cerrado.